15/07/2025

El enemigo invisible: Control de parásitos en piscicultura.

En los últimos años, la tilapia en Latinoamérica ha enfrentado un serio desafío debido a enfermedades como el TiLV y el Streptococcus agalactiae IA. Esta situación ha llevado a los productores a centrar sus esfuerzos en combatir estas patologías, descuidando en ocasiones el impacto de los parásitos, especialmente los internos. Sin embargo, es crucial controlar a estos últimos para fortalecer la salud de los peces y aumentar su resistencia a otras enfermedades.

¿CÓMO AFECTAN LOS PARÁSITOS A NUESTRO CULTIVO?

Los parásitos pueden afectar significativamente la salud y la productividad de los peces, tanto en ambientes naturales como en sistemas de acuicultura. Las consecuencias de las infecciones parasitarias pueden variar desde leves hasta graves, e incluso pueden llevar a la muerte de los peces.Los parásitos pueden afectar significativamente la salud y la productividad de los peces, tanto en ambientes naturales como en sistemas de acuicultura. Las consecuencias de las infecciones parasitarias pueden variar desde leves hasta graves, e incluso pueden llevar a la muerte de los peces.

Efectos sobre la salud:

Daño físico directo: Muchos parásitos causan daño físico directo a sus huéspedes al alimentarse de sus tejidos o fluidos corporales. Por ejemplo, los monogeneos, como Dactylogyrus y Gyrodactylus, se adhieren a las branquias de los peces y causan irritación, inflamación y daño tisular. Esto puede interferir con la respiración y el intercambio gaseoso, lo que lleva a la disminución del crecimiento y la susceptibilidad a otras enfermedades.

Otros parásitos, como los copépodos Lernaea, se entierran en la piel de los peces, causando lesiones, úlceras y una mayor susceptibilidad a infecciones secundarias.

Competencia por nutrientes: Los parásitos internos, como las tenias y los nematodos, compiten con sus huéspedes por los nutrientes, lo que lleva a la desnutrición y el retraso del crecimiento.

Debilitamiento del sistema inmunitario: Muchas infecciones parasitarias debilitan el sistema inmunitario de los peces, haciéndolos más susceptibles a otras enfermedades, como infecciones bacterianas y virales. Esto puede aumentar las tasas de mortalidad y reducir la productividad en los sistemas de acuicultura.

Alteraciones del comportamiento: Algunos parásitos, como los trematodos Diplostomum spathaceum, pueden afectar el comportamiento de los peces al dañar sus ojos, lo que puede interferir con su capacidad para encontrar alimento, evitar depredadores y reproducirse.

Mortalidad: En casos graves, las infecciones parasitarias pueden causar la muerte de los peces, especialmente en peces jóvenes o aquellos con sistemas inmunitarios debilitados.

Efectos sobre la productividad:

Reducción del crecimiento: Las infecciones parasitarias pueden reducir significativamente el crecimiento de los peces debido al daño tisular, la competencia por nutrientes y el aumento del gasto energético para combatir la infección. Esto puede llevar a una reducción de la producción de carne y a un aumento del tiempo necesario para que los peces alcancen el tamaño de mercado.

Aumento de la mortalidad: Las altas tasas de mortalidad debido a infecciones parasitarias pueden tener un impacto económico significativo en los sistemas de acuicultura. Esto puede resultar en una reducción de la producción total y en mayores costos de producción.

Reducción de la calidad del producto: Las infecciones parasitarias pueden afectar la calidad del producto final, haciendo que la carne sea menos atractiva para los consumidores. Por ejemplo, la presencia de quistes parasitarios en la carne puede hacerla menos apetitosa y reducir su valor comercial.

Costos de tratamiento y prevención: El tratamiento y la prevención de infecciones parasitarias pueden ser costosos para los acuicultores, lo que reduce la rentabilidad de la producción.

Los costos incluyen la compra de medicamentos, la mano de obra para la administración de tratamientos y las pérdidas de producción debido a la interrupción de las operaciones de cultivo.

¿CÓMO PODEMOS CONTROLAR LOS PARÁSITOS EN NUESTROS PECES?

Se utilizan diversos tratamientos para el control de parásitos en peces, y la elección del tratamiento depende del tipo de parásito, la especie de pez y el sistema de cultivo. Algunos de los tratamientos más comunes son:

Tratamientos químicos: Estos tratamientos implican el uso de sustancias químicas para matar o eliminar los parásitos.

Algunos ejemplos de productos químicos utilizados son el formaldehído, el sulfato de cobre, el peróxido de hidrógeno, el organofosfato, el praziquantel y el mebendazol. Es importante tener en cuenta que algunos productos químicos pueden ser tóxicos para los peces si no se utilizan correctamente. Además, algunos parásitos pueden desarrollar resistencia a ciertos productos químicos, por lo que es importante rotar los tratamientos y utilizar las dosis correctas.

Tratamientos biológicos: El control biológico tiene un potencial considerable en la acuicultura si se pueden identificar especies de control apropiadas y obtenerse en número suficiente.

Estos tratamientos implican el uso de organismos vivos para controlar los parásitos. Un ejemplo de tratamiento biológico es el uso de peces limpiadores, como los lábridos y los gobios neón. Estos peces se alimentan de los parásitos de otros peces, lo que ayuda a reducir la carga de parásitos. Otro ejemplo es el uso de camarones limpiadores, que también se alimentan de parásitos.

Tratamientos ambientales: Estos tratamientos implican la manipulación del entorno para hacer que sea menos favorable para los parásitos.

Algunos ejemplos de tratamientos ambientales son el aumento de la temperatura del agua para acelerar el ciclo de vida del parásito y hacerlo más susceptible al tratamiento, la reducción de la salinidad del agua para matar a ciertos parásitos en el caso de los peces de agua salada, o aumentar la salinidad en el caso de los peces de agua dulce y la eliminación de la vegetación acuática que puede albergar parásitos.

Tratamientos mecánicos:

Estos tratamientos implican la eliminación física de los parásitos. Un ejemplo es el uso de pinzas para eliminar los parásitos ancla (Lernea). Es importante tener en cuenta que las etapas larvarias aún pueden permanecer en el pez o en el agua; por lo tanto, los peces aún deben ser tratados y luego colocados en agua no contaminada.

Tratamientos de huevos:

Este tipo de tratamientos se centra en la eliminación de los huevos de parásitos para interrumpir su ciclo de vida.

Además de estos tratamientos, también es importante tomar medidas preventivas para controlar los parásitos en los peces. Algunas medidas preventivas importantes son:

Cuarentena de los peces nuevos antes de introducirlos en un estanque o acuario.

Mantener una buena calidad del agua mediante la realización de cambios regulares de agua y la utilización de un sistema de filtración.

Alimentar a los peces con una dieta nutritiva para ayudarles a mantener un sistema inmunitario fuerte.

Reducir el estrés de los peces proporcionándoles un entorno adecuado y evitando el hacinamiento.

Al combinar los tratamientos y las medidas preventivas, se puede controlar de manera más eficaz la incidencia de los parásitos.

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